De forma clásica
Ana Fortuny
Me voy a suicidar, me dijo, ya no aguanto. Y yo le dije que ese deseo me rondaba también a mí, pero que yo no tenía tanta urgencia. Como siempre, nuestra conversación se llevó a cabo en el café Solaris, dentro de la librería del mismo nombre. Nos reuníamos dos veces al año; una para celebrar su cumpleaños, y otra, por el mío. Era 1 de junio y yo cumpliría al día siguiente sesenta años. Alfred era cinco años mayor que yo.
ꟷ¿Y cómo piensas hacerlo? ꟷle pregunté.
ꟷDe la forma clásica. Haré que una bala me rompa el cráneo y que todo estalle por dentro ꟷme contestó.
ꟷ¿Por qué dices que esa es la forma clásica?
ꟷPorque lo hizo Hemingway. Y su padre. Y con eso me basta.
ꟷ¿Pero, por qué tiene que ser sangriento? ¿No lo puedes hacer con clase? ¿Sin todo ese reguero que queda después? Piensa en Boris y en Claudette. Les tocaría limpiar todo, y se mancharían tus libros, si lo hicieras en tu escritorio.
ꟷNo lo haría en casa, ¿cómo crees? Me iría a la finca de mi hermano, hay un buen sitio frente al río. Los pedazos quedarían regados por todas partes, pero camuflados debajo del monte. La tierra se tragaría mi sangre al instante.
ꟷVamos, Alfred ꟷle insistíꟷ puedes ser un poco más delicado.
ꟷ¿Delicado? Rudolf Nuréyev era “delicado”. Ya me conoces, prefiero el caos. Es más eficiente. Nada de sogas que se desaten. ¿Cómo te irías tú?
ꟷSi lo hago sola, será dentro de mi auto, con una larga manguera conectada al escape. En el celular, Claro de Luna. Unos audífonos. Los ojos cerrados.
ꟷ¿Y el lugar?
ꟷEn mi garaje. En casa todos saben que esa es una posibilidad. Respetan mi decisión.
ꟷDijiste…si lo hago sola…
ꟷSí, pero también podría hacerlo con alguien más.
ꟷNi se te ocurra que será conmigo. No creo que nuestros tiempos coincidan. Además, ¿por qué querrías hacerlo tú? Siempre estás de buen ánimo, o así parece.
ꟷLo estoy, lo estoy, no tiene nada que ver con el ánimo. Es solo que el cuerpo no dará más. Será un cuerpo cansado. Olvidará las palabras, perderá la visión, la audición. Tal vez, la movilidad, y con todo eso, ¿para qué? Dime, ¿para qué? ¿No lo planeas también por el cansancio de tu cuerpo?
ꟷNo, mi cuerpo es muy fuerte. Estoy seguro de que estará entero a los ochenta.
ꟷ¿Entonces?
ꟷEs algo… anímico. Una rabia contra el mundo. Un odio que se desata cuando voy en la calle y veo a la gente, y me descompone todo, me quiebra.
ꟷPodríamos hacerlo en una biblioteca.
ꟷ¿En una biblioteca? ¿Por qué querríamos hacerlo ahí?
ꟷPorque nos encantan los libros, Albert. Por eso nos reunimos siempre en este lugar. No sentimos las horas. ¿No te parece una propuesta interesante?
ꟷNo.
ꟷPodríamos escoger una fecha particular, digamos…el 26 de agosto, el día que nació Cortázar.
ꟷO el 22 de febrero, el día que Sandor Marai se pegó un balazo en la sien.
ꟷSandor Marai, tienes razón, El último encuentro. Podríamos buscarlo ese día y hojear los pasajes de su novela.
ꟷ¿Crees que sea una buena idea en la biblioteca?
ꟷEn la nacional. He ido últimamente y está desierta. Hay más empleados que visitantes, y algunos pasillos no los visita nadie. La sección de historia, por ejemplo.
ꟷPero hay detectores de metal a la entrada. No podría llevar mi escuadra.
ꟷHay otros métodos, Alfred. Llevaré dos copas. Tomaremos una sustancia poderosa que actúe, en… digamos… quince minutos. ¿Qué libro buscarías? ¿Cuál sería el último párrafo que leerías? ¿No te parece excitante?
ꟷ¿Cambiarías tu sueño placentero con el monóxido de carbono por un veneno doloroso?
ꟷValdría la pena cruzar el umbral con el único amigo que tengo.
ꟷEl veneno puede fallar.
ꟷAlfred, eres químico, te encargarás de que no falle.
ꟷPodría ser ꟷme respondióꟷ, podría ser. Te confirmo la fecha mañana, ¿te parece?
A la tarde siguiente recibí la llamada de Claudette. Se nos fue Alfred, me dijo llorando, casi sin poder hablar. Dejó una nota para ti: Preferí el 2 de junio, de la forma clásica. Sentí que no podía respirar, pero salí corriendo a buscarla.