Solo y descangayado
Thelma Moore
Silbido
Más allá del firmamento,
en el fondo de mis sentimientos,
como una flor delicada,
nace el sonido del viento
El deseo lo oye gritar en mi pecho:
mis cuerdas ceden, mas les toma tiempo.
Cómo duele tenerlo tan cerca y, a su vez,
saberlo tan lejos.
A Dios imploro su llegada
desde siempre temiendo su partida;
por él haré lo que me pida
y he de cuidarlo con mi vida.
De la voz: el don más ambicioso,
del cantar: el rugir más hermoso,
del oído: un gusto más allá de lo exquisito.
Para mí: la cumbre, un sello y el más grande privilegio.
Daniel Ferrán