Un día como otro cualquiera

Mª Ángeles Muñoz

Tengo que confesar mi adicción al uso del teléfono. No puedo pasar un instante sin mirar la pantalla; reconozco que no debería hacerlo, pero es superior a mí.

He oído todo lo que se comenta, pero yo paso de todo. Sin ir más lejos, ahora mismo estoy en el trabajo, y veo encenderse la pantallita. ¿Quién se resiste a no ver de qué se trata? Me pongo muy contenta: es mi amiga Carmen.

De Carmen para Alicia

Hola, Alicia, ¿cómo te va la vida? ¿Quedamos a comer donde siempre en nuestra hora de descanso?

De Alicia para Carmen.

Genial, así nos ponemos al día con nuestras cosas; la hora y el sitio, donde siempre.

De Carmen para Alicia

Ok. Hasta luego; tengo que contarte muchas cosas

Carmen es una buena amiga, y nos llevamos estupendamente. Tenemos la misma edad y los mismos gustos. Cuando estamos juntas, se nos pasa el tiempo sin darnos cuenta.

Sigo con mi trabajo; tengo un día bastante aburrido. Estoy en una empresa en la sección de administración, y hay días que no paras en todo el día, y hay otros, como hoy, que no pasa nada de nada, y hay tiempo para todo.

Tengo otro mensaje. 

Vaya, es de Pablo: está pesadísimo. Quiere que salgamos a cenar, y a mí no me hace mucha gracia. Pero qué le voy a hacer… así que abro el whatsapp.

De Pablo para Alicia.

Estoy pensando en ti, y no he podido resistirme, así que allá voy. ¿Qué tal si quedamos un día de esta semana a cenar, comer o lo que tú quieras? No puedes estar toda la vida dándome largas. Espero ansioso tu contestación. 

Hasta pronto

Bueno, lo que yo pensaba; de momento, voy a esperar a contestarle. Lo hablaré con Carmen a la hora de la comida a ver qué opina, porque yo no lo tengo nada claro.

De asistencia técnica

Señorita Alicia González:

Le comunico que su ordenador lo hemos revisado minuciosamente y tiene un problema de almacenamiento de datos. El ponerlo a punto le subirá la tarifa unos cincuenta euros. Esperando su contestación, los saluda.

Servicio Técnico

No me queda otra, así que le voy a contestar.

De Alicia González para Servicio Técnico:

Estoy de acuerdo con el presupuesto; puede empezar a repararlo.

Avíseme cuando lo tenga hecho.

Un saludo.

Bueno, una cosa que ya tengo en marcha.

Mi jefe me llama a su despacho. ¿Qué querrá? Ya es casi la hora de ir a comer, y he quedado con Carmen. No lo pienso más, y me dirijo rápidamente para terminar lo antes posible; ha tenido toda la mañana… ¿y me tiene que llamar a estas horas? ¿Lo hará a posta?

Menos mal que hemos terminado pronto; simplemente, me ha pedido que redacte unas cartas, que escribiré y mandaré por la tarde. Así, todo arreglado.

De Alicia para Carmen:

Voy a tardar diez minutos; ya estoy saliendo de la oficina.

De Carmen a Alicia:

Ok, sin problemas.

En la comida, con mi amiga comentamos un sinfín de cosas; me encanta estar con Carmen. Me comprende y siempre me comenta lo que ella cree, así que luego valoro lo que me dice, y siempre me dice:  “Eso es lo que pienso; lo que tú decidas me parecerá bien”. Es un cielo.

Vuelvo a mi trabajo a seguir con mi jornada laboral. Empiezo con las cartas que me ha dictado mi jefe. No son muchas, pero son suficientes para pasar la tarde sin agobio. Me avisa mi teléfono que tengo un nuevo wasap.

De José para Alicia:

Hola, ¿vamos a tomar un café después del trabajo?

De Alicia para José:

Claro. Acabo a las siete. ¿Puedes pasarte por aquí?

De José para Alicia:

Vale, nos vemos a las siete.

José es un buen amigo; se dedica a la fotografía y hace colaboraciones en periódicos y en revistas. Somos amigos desde que éramos adolescentes; nos encanta salir con nuestros compañeros y disfrutar de la fiesta.

De Gema para Alicia:

Buenas tardes, Alicia, ayer se me olvidó llamarte.

No hace falta que digas nada del curso de informática; ya está el curso completo.

De Alicia para Gema:

Tomo nota; me encanta que el curso esté completo, así podremos empezar en la fecha establecida. Tienes que confirmarme el horario. Tengo muchas ganas de empezar; seguro que aprenderemos muchas cosas.

De Gema para Alicia:

 Lunes, miércoles y viernes, de diez a doce de la mañana.

De Alicia a Gema:

Ese horario me va fenomenal.

Muchas gracias, ahí nos veremos.

Gema es la directora de un centro cultural, y organiza cursos de varias materias. Pueden ser musicales, bailes regionales, pintura, informática, etc. Además, es una persona a la que le encanta su trabajo y, si puede ayudarte en algo, no lo duda ni un momento. 

Ha llegado el momento de ir a casa a comerme una tortilla francesa con una ensalada, y a descansar. Mañana será otro día.