Circo inédito

Josefina Félix

El titular del  periódico anunciaba:

 

                                         <<GRAN CIRCO  ESPECTACULAR>>

 

      Se encontraban reunidos los leones, junto a los elefantes, las focas, osos,  tigres, chimpancés y  demás miembros de la fauna.  Estudiaron los números de circo que podrían  ejecutar con los humanos. Sería un circo inédito.

 

        El tigre, dijo —yo cogeré el aro con fuego y el saltimbanqui dará dos brincos, un salto mortal

        y pasará  por el aro.

 

       El  chimpancé,  siguió —yo  vestiré con  falditas  a los trapecistas  y que hagan monerías y   

       bailen.

        

       El oso, exclamó —yo quiero ser el presentador.

 

       El león, comentó —les domaré para que rugan dentro de la jaula.

 

       El elefante, afirmó —yo entrenaré a varios gimnastas,  como están fuertes me subirán a sus   

       espaldas… y levantaré mis patas encima. 

 

       La foca, expresó  —yo les echaré una sardina cada vez que hagan bailar la pelota.

 

       El delfín, expuso —yo les haré bailar hacia atrás…  mientras dan gritos de contentos.

 

       El loro, dijo —yo entrenaré para  que tiren de la boca de un carrito.

 

       La boa, anunció —yo  que se deslicen por el suelo, se contorsionen y abran la boca.

 

       La cobra, formuló —yo les haré  salir de la cesta y bailar al son de la flauta.

 

       El conejo, declaró —yo prepararé  el número de magia haciendo desaparecer de la chistera a   

       una guapa señorita.

 

     Después de ensayar los números varios días, llegó la apertura del circo. Se vendieron todas las localidades y tuvieron que  instalar hasta monitores en el exterior. Auguraba gran éxito. 

 

    Fueron llegando toda clase de cuadrúpedos, aves, marinos, vertebrados y anfibios. Los cachorros tenían reservada la parte delantera. Ocuparon sus asientos expectantes. Los humanos tenían reservado una parte del foro.       

 

     La velada transcurrió sin ningún percance y los espectadores disfrutaron de las actuaciones, resultando  toda una innovación y éxito. Les contrataron de varias  ciudades y países.

 

     En la siguiente reunión comentaron el espectáculo, inédito y original. Decidieron  ampliar los números circenses…

     

                                                        .  .   .   .   .

 

     Los humanos se sintieron ridículos y humillados y tomaron conciencia de sus actos con los animales, éstos se merecen el respeto como seres vivos. Dede entonces  se cambiaron las normas en los circos. ¡Buena lección!.